Te controla: te llama, te envía SMS, correos electrónicos constantemente; te controla mediante WhatsApp, o revisa tus perfiles en redes sociales; te exige explicaciones sobre dónde y con quién vas o sobre qué haces o dices; te controla el dinero; o controla cómo vistes y te pide que te cambies de ropa cuando no le gusta.
Te aísla: no le gusta que tengas amistades, no quiere que veas a tu familia, o te desprecia delante de otras personas, te grita y recrimina constantemente diciendo que la culpa es tuya y que siempre te equivocas.
Te intimida: le tienes miedo, te insulta o te humilla, te amenaza con suicidarse o quedarse con tus hijas e hijos, te retiene documentación importante como el pasaporte o libretas bancarias, te coacciona, te chantajea.
• Padeces o has padecido violencia física, psicológica o sexual por parte de algún hombre de tu familia, que no sea tu pareja o expareja.
QUÉ DEBES HACER SI HAS SUFRIDO UNA AGRESIÓN
– Lo primero es acudir a tu centro de salud u hospital para que te hagan un reconocimiento médico completo. Si no puedes acudir por tu propio pie, llama al servicio de Emergencias (911) para que vayan a donde estés. Si has sufrido una agresión sexual coméntalo y pide una revisión específica. Es muy importante que pidas el parte de lesiones.
– Es importante que solicites la asistencia de un abogado o abogada, que identifiques al agresor, que aportes el parte médico si existen lesiones, que menciones si hay testigos, debes contar con detalle lo ocurrido (cómo se ha producido la agresión, en qué fecha, hora, lugar, etc).
Si has sufrido maltrato en otras ocasiones es importante que lo expliques, que digas si entonces pusiste denuncia o no. Es también vital que comentes si tú y tus hijos estáis en una situación de riesgo. Antes de firmar la denuncia léela atentamente y pide copia. Puedes pedir o solicitar información sobre la orden de protección.
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